Ya hace más de seis semanas...

...que busco piso y no hay manera. Pensaba que con la crisis inmobiliaria, la bajada de precios y, aunque sea duro decirlo, el aumento del paro en España, encontrar piso iba a ser pan comido. Nada más lejos de la realidad. La subida en un punto del I.V.A. en Julio junto con el recorte en la desgravación de viviendas a partir de 2011 parece que ha reactivado el mercado. Ya me ha pasado en un par de ocasiones, el contactar con el propietario de un inmueble y que me comunique con alegría contenida que ya está vendido.

Estoy convencido de que una vez más, estas medidas tendrán un efecto limitado en el tiempo y que en Enero de 2011 la demanda de los pisos -y por tanto los precios- caerán de nuevo incluso a niveles inferiores a los de hace unos meses. Sin embargo no puedo esperar tanto.


El apartamento en el que vivo ahora, junto a mi mujer Susana y mi hijo Quique es pequeño, más bien diminuto. El salón de 17 metros cuadrados es la habitación más grande la casa, la cual dispone además de dos dormitorios, un baño y una cocina con barra americana que nos permite ver la televisión y los minutos de programa que le quedan al microondas al mismo tiempo.

Muchos pensaréis que no es tan pequeño, que hay gente que vive en un estudio, donde los límites entre el salón la cocina y el dormitorio son más bien imaginarios. Sin embargo, estos estudios suelen estar habitados por personas solteras o parejas sin hijos.

Mi caso es diferente. Somos una pareja con un hijo... y otro en camino.